Distinción Básica
La honestidad o Sinceridad es la emoción en la que nuestras acciones son coherentes con nuestras conversaciones públicas y coherentes con nuestras conversaciones privadas. En otras palabras, hacemos según decimos y decimos, según pensamos. La honestidad y la sinceridad son lo contrario de la deshonestidad y la insinceridad; es decir, el espacio en el que hago algo distinto a lo que declaré hacer, o digo algo distinto a lo que realmente pienso por razones que no hago manifiestas.
Aunque suena simple, hay mucho más de lo que parece debajo de semejante distinción. Por ejemplo, una persona dice actuar en función del bien de su comunidad, actúa para lograr algo que la comunidad necesita y piensa que efectivamente lo que está haciendo es útil y se necesita. Podríamos decir que está actuando honestamente. Sin embargo, cuando la persona se conoce más a si mismo, descubre que otra voz más profunda en su interior busca poder e influencia, un poder y una influencia de la que no está totalmente consciente y que no se confiesa a si mismo. No está mintiendo cuando hace lo que hace, ya que no tenía ninguna conciencia de esa otra voz en su interior, sin embargo, ¿Cuando está siendo más honesto? Ahora que reconoce esa voz antes oculta, o en el momento en que actuó con mayor candor.
La actitud básica de la honestidad se incrementa a medida que nos conocemos a nosotros mismos, a medida que perdemos la inocencia. Cuando somos capaces de aceptar y de mirar las distintas capas de nuestro ser, somos capaces de alinearnas con nuestras acciones en el mundo y respetar también la profundidad de otros seres humanos. Cuando nuestra honestidad es superficial podemos ser sorprendidos por las acciones acometidas por esas partes de nosotros mismos que ignoramos que existen o que preferimos no conocer.
Conductas Observables
- El otro en validado en su historia y en su experiencia
- No se hacen juicios negativos del otro en su ausencia
- Siempre se esta dispuesto a escuchar sus opiniones y las de otro
- Se acepta un No fundamentado del otro ante nuestras peticiones