Hacer Juicios Fundados

Descripción

Distinción

Cada vez que emitimos una opinión, evaluamos una situación o acontecimiento, juzgamos a alguien o a algo, hacemos juicios. Juzgar es muy distinto a afirmar. Cuando afirmamos hablamos de “hechos”, de acontecimientos que habitan en el mundo tal cual es.

Dos personas sinceras estarán perfectamente de acuerdo a cerca de los hechos, estarán de acuerdo, si está lloviendo o si hace sol, si el proyecto ha sido consignado y si todavía no ha sido entregado. Si alguien dijera lo contrario, estaría mintiendo o diciendo algo que es falso.

Por ejemplo: ante un evento electoral, dos personas de cualquier país del mundo que compartan la distinción de contar, votos, partidos y que estén presentes en el conteo de votos estarían en condiciones de hacer las mismas afirmaciones en torno a cuantos votos sacó el partido A y cuantos votos sacó el partido B, a menos que mientan deliberadamente; es decir, que afirmen algo que saben que observaron de otra forma.

Cuando juzgamos ocurre algo muy diferente. La conversación sobre las consecuencias de la contienda, por el contrario, es una conversación de juicios. Estos juicios no son ni verdaderos ni falsos, ellos están más relacionados con quién opina y con su adscripción política que con la contienda misma. Están más relacionados con el observador que con el proceso electoral propiamente dicho. Esta conversación se apoya en la anterior o es una conversación infundada.

Por ejemplo, hago un análisis de las consecuencias del proceso electoral ignorando que el candidato de mi preferencia perdió, este análisis sería infundado. O puede ser un análisis fundado, es decir, parto de los resultados de la contienda para sustentar mis opiniones. Esto no hace a mis opiniones más verdaderas que las opiniones de los adversarios. Estos pueden tener opiniones completamente diferentes a las mías y aun estar fundadas en los mismos resultados electorales.

Emitimos opiniones y sabemos que otras personas pueden tener opiniones muy distintas sobre las mismas situaciones. Unas personas pensarán que es agradable ver llover y otras que es muy desagradable que llueva. Unas pensarán que el proyecto es un buen proyecto, mientras que otras pensarán que no lo es tanto.

Por tanto los juicios no son ni verdaderos ni falsos, ya que distintas personas pueden tener distintos juicios y ver las cosas de muy distinta manera. Pero no todos los juicios son iguales en su calidad. Hay juicios fundados o con fundamentos y hay juicios infundados o sin suficiente fundamento.

Cuando evaluamos lo que se ha logrado después de un año de operaciones; cuando evaluamos al personal a nuestro cargo; cuando explicamos porqué obtuvimos o no tales o cuales resultados, cuando evaluamos el desempeño de una USP, porque pasó esto y no aquello, realizamos una conversación de historias y juicios.

Todas estas conversaciones tienen su mirada puesta en el pasado. Han ocurrido hechos que son juzgados o explicados de una u otra manera por quién habla en el presente. Estas conversaciones suelen ser de naturaleza conservadora: En el trasfondo está un juicio mayor: Lo que ha sido, será. Si no funcionó antes, no funcionará ahora. Si se comportó así antes, así se comportará ahora. Está perfectamente explicado el fenómeno, por tanto, ocurrirá de la misma manera.

Por otro lado, cuando quién habla declara un propósito, o una misión, establece un compromiso con la creación del futuro que juzga posible. Toda declaración de propósito, parte del juicio de posibilidad, aquello que nos proponemos puede ser alcanzado. Este tipo de juicios tiene su mirada puesta en el futuro.

Ocurren hechos que son juzgados o interpretados de manera tal que abren posibilidades en el futuro y dan sentido a la acción. Esta es la conversación estratégica o conversación de liderazgo. Estas conversaciones suelen ser de naturaleza transformadora: Lo que ha sido, puede ser transformado.

Si no funcionó, hagamos otra cosa. Si está perfectamente explicado el fenómeno que no deseamos, suspendamos la explicación o busquemos una interpretación que abra posibilidades. Si miramos desde este ángulo y vemos un paisaje que no nos gusta, miremos desde otro ángulo para buscar ángulos más interesantes.

En cualquiera de los casos, los juicios tienden un puente entre el pasado y el futuro. Con ellos reducimos, a partir de la experiencia, de la observación de mundo, nuestra incertidumbre sobre el futuro posible. Todo juicios se hace cargo del futuro. Los juicios a la vez que necesarios, son tremendamente delicados.

Ellos, dependiendo de quién y como se emiten, ante los mismos hechos, nos abren o nos cierran posibilidades. No por casualidad todos experimentamos una cierta aprehensión cuando nos sentimos “evaluados” en público o en privado, en voz alta o en silencio, con nosotros presentes o ausentes.

Decimos que un juicio está fundado cuando puedo hacer afirmaciones sobre hechos que confirman o ratifican el juicio y puedo hacer muchísimas más afirmaciones sobre el juicio emitido que sobre el juicio contrario.

Por ejemplo, Puedo pensar que Juan es un impuntual y decir como fundamento que llegó tarde a dos reuniones de la asamblea de asociados. Pero tendría que ver a cuantas reuniones, citas, compromisos, sí llegó puntualmente para verificar que no podría encontrar suficientes situaciones que confirmaran el juicio contrario, es decir, que Juan es puntal.

Por otro lado, los juicios, las evaluaciones siempre se realizan con un propósito. Juzgo para hacerme cargo de algo, de alguna decisión que necesito tomar. Juzgo si el proyecto es factible para aprobarlo y negarlo, si la persona es confiable para asignarle la responsabilidad, etc. Los juicios que no se corresponden con un propósito son dañinos y corrosivos. Un juicio está fundado cuando su fundamento tiene un propósito claro.

Por ejemplo, el marido de mi vecina es un irresponsable. Porqué, porque no aporta lo suficiente para el hogar, porque tiene otra mujer, porque llega tarde a casa todo el tiempo. ¿Cuáles es el propósito de hacer este juicio? Encontraremos que quien lo emite no tiene ningún asunto que resolver, ninguna decisión que tomar. Por tanto esto es un juicio inútil, un juicio infundado.

Por otro lado, si estamos en una relación de cualquier índole con alguien y necesitamos tomar una decisión en el futuro que atañe a esa persona, juzgar a la persona tiene consecuencias muy distintas a juzgar a la acción de la persona. Juzgar a la persona en sí misma conduce necesariamente a un callejón sin salida, aun en los casos en el que el juicio es positivo.

Por ejemplo, no es lo mismo decir que “Pedro está cometiendo frecuentes errores en su trabajo” a decir “Pedro es un incompetente”. En el primer caso juzgamos la acción y el juicio abre posibilidades en el sentido de determinar y corregir la causa de tales errores.

En el segundo caso, no hay posibilidad alguna Pedro es por naturaleza incompetente y no hay nada más que hablar. El segundo caso vulnera la integridad de la persona y daña la relación, incluso en los casos en que no se emiten tales juicios, sino que únicamente se piensan.

Conductas Observables

Para referirnos con palabras a lo que sentimos se requieren a su vez dos habilidades:

  1. Emite juicios únicamente cuando tiene un propósito para hacerlo.
  2. Está siempre dispuesto a revisar los fundamentos de su juicio.
  3. Acota los juicios que hace al dominio y al lapso de tiempo en que puede fundarlos. Por ejemplo, no dice que Pedro es un irresponsable, en general y para siempre, porque no está cumpliendo con su trabajo. Prefiere decir Pedro está mostrando actualmente cierta irresponsabilidad con su trabajo.
  4. Acepta que otras personas puedan tener e incluso fundar el juicio contrario al suyo.
  5. Se hace responsable de sus juicios. Eso es lo que opina, no la forma en que las cosas son.
  6. No confunde sus juicios o los juicios de otros con afirmaciones, con la manera como las cosas son.
  7. Muestra consideración y tacto al emitir sus juicios. Sabe que los juicios gatillan distintas emociones y que la conversación de juicios es una conversación delicada y difícil de hacer cuidando la relación.
  8. Distingue la viga en ojo propio antes de centrar su atención en la paja del ojo ajeno. Es decir, muestra compasión y compresión con sus semejantes.
  9. Juzga la acción no a la persona.

Actitudes Humanas

Aqui se listan las actitudes humanas que sustentan esa práctica

Desarrollo

Donde Aprender más?

Los juicios
Cómo se fundamentan los juicios
Los juicios y la ética
Los juicios y su relación con el tiempo

Lecciones Aprendidas

comentarios de los aprendizajes con esta habilidad por parte de la red

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